EL USURPADOR

>> lunes, 9 de noviembre de 2009


Todo lo que ha hecho Dios es bueno, pero existe un ser malvado que todo lo bueno que ha hecho Dios, lo quiere convertir en malo. Satanás tergiversa la obra y los designios de Dios, engaña a los seres humanos para que hagan lo que no agrada a Dios. Además es astuto y sabe cómo hacer caer en su trampa a los incautos seres humanos, presentándoles las cosas llenas de atractivo para que las deseen. Satanás siempre ha sido representado como una figura horripilante y espantosa, sin embargo, era el ángel más bello de todos los ángeles. El sabe que no puede atraer a los seres humanos con lo feo y horrible, así que todo lo que hace, lo disfraza de hermoso y deseable, para que los hombres se sientan atraídos (2 Corintios 11:14) .
La Navidad es una celebración para recordar el nacimiento del Salvador, pero Satanás no podía permitir que Jesús se llevara todos los honores, así que tenía que idear algo para desviar la atención de los seres humanos hacia otro blanco. Debía echar mano de algo o alguien que a los seres humanos les resultara atractivo, irresistible, ¡un usurpador irrechazable que ocupara el lugar que le corresponde a Jesús! Y este personaje surgió en la figura de un viejecito de aspecto dulce y bonachón, con una gran barriga y unas largas barbas blancas. Los seres humanos lo aceptaron en seguida, aun sabiendo que no existía ¿?. Y ese personaje de mentiritas ha venido usurpando el lugar de Jesús, que es totalmente real, desde hace mucho tiempo y cada vez se hace más popular. Satanás conoce muy bien las debilidades humanas. Sabía que la presencia de este personaje opacaría el recuerdo de aquel gran acontecimiento en Belén. Quizá la sola figura del viejecito les caería simpática a los seres humanos, pero faltaba algo para que lo amaran más aun y eso era: agregarle una gran bolsa llena de regalos para los niños. A los seres humanos se les derrite el corazón cuando ven felices a sus niños y harían cualquier cosa por verlos así. Por lo tanto, esto era el complemento perfecto para desviar del pesebre las miradas humanas.
Y los seres humanos, vanos y materialistas se fueron olvidando poco a poco de ese pesebre con su precioso contenido y por todas partes empezaron a poner imágenes del personaje gordito y simpaticón, con su gran sonrisa y su gran bolsa de regalos. Algunos se disfrazan de él y se ponen como centro de atracción en las tiendas, donde los niños se sientan en sus rodillas para pedirle juguetes. Imprimen su ficticia imagen en tarjetas, papel para regalos, tazas, platos y un millar de cosas. Hasta le han hecho un montón de películas en Hollywood. Convirtieron a este personaje en el actor principal de la Navidad y delegaron a Jesús a un papel secundario. Este es uno de los engaños más exitosos de Satanás.
Pero hay seres humanos que identifican las argucias de Satanás porque son seres humanos que conocen a Dios y todo el que conoce a Dios, conoce la verdad. Para ellos Jesús es el motivo de la Navidad y ningún otro puede usurpar su lugar. El maligno ha intentado engañar también a éstos y lamentablemente algunos han caído en el engaño, pero otros continúan firmes en sus convicciones, lo cual le enfurece. A estos últimos los llaman locos contínuamente y en lo que se refiere al tema del popular personaje navideño, cuando ellos declaran que solo Jesús debe ser el centro de atención de la Navidad, les dicen que no tiene nada de malo que los niños crean en él, lo cual quiere decir que no les importa que sus hijos crean en engaños. ¡Quién entiende a los humanos!
La Navidad es una fecha en donde Jesús es quien merece todo el honor y toda la gloria. El no vino con una bolsa de regalitos que se rompen, se decoloran y finalmente se deshechan. El no nos trajo un regalo perecedero, nos trajo un regalo que es para la toda eternidad. El regalo más valioso que nadie nos podría dar jamás: la vida eterna. En Navidad se conmemora el acontecimiento más importante de la historia de la humanidad, el nacimiento del Salvador del mundo. Es un hecho sin precedentes, el más significativo y prodigioso que haya ocurrido jamás, tanto así que hay muchos que no lo entienden y por eso lo niegan. Pero Jesús es real, nació de manera milagrosa, creció y vivió entre nosotros y años más tarde derramó su sangre por toda la humanidad. Nadie podría dar a los seres humanos un regalo tan valioso.
Tomemos conciencia, no nos dejemos engañar ni deslumbrar por las luces de colores, cuando hay una luz que brilla más intensamente: Jesús. No anhelemos regalos que terminarán por estropearse o acabarse de viejos. Anhelemos el mejor regalo: la salvación que solo Jesús nos puede dar.

Angélica García Schneider





0 comentarios:

About This Blog

Lorem Ipsum

  © Free Blogger Templates Joy by Ourblogtemplates.com 2008

Back to TOP