DIOS BENDICE
>> viernes, 12 de marzo de 2010
1 Pedro 4 y Salmo 1
Nuestro mundo cada vez se descompone más; los estragos que sufre son consecuencia directa de la conducta de los hombres, aunque nos cueste aceptarlo y algunos se pongan a juzgar a Dios atribuyéndole las desgracias del ser humano. Dios es bueno y El bendice a los que le aman.
Nosotros simplemente estamos cosechando (Gálatas 6:7), lo que nuestros antecesores hicieron; pero si su generación, no se portó tan mal, ¿qué pasará con los que vienen?, ¿qué estamos sembrando ahora para ellos?
La moral se ha modificado tanto en nuestros días, que no tiene nada que ver con los preceptos de Dios, a quien al parecer se está dejando de tomar en cuenta para hacer las leyes y vivir la vida. Al hombre se le está olvidado considerar a Dios y que un día seremos juzgados, no en este mundo permisivo, sino ante el gran Trono Blanco, por el Santo (Apocalipsis 20:12).
Como el sol sale para justos e injustos (Mateo 5:45), y parece no haber diferencia entre hacer lo bueno y lo malo, y hasta como dijera Job en su aflicción (cap. 21), que a los malos les va mejor que a los buenos, ya no se esfuerzan por hacer el bien. Pero debemos recordar que eso no siempre será así, porque el tiempo de Dios está por cumplirse, y su juicio comenzará con los justos, quienes con dificultad se salvarán, pero se imaginan ¿qué les espera a los impíos y pecadores?
La gente cuestiona a los buenos, y los critica por pensar en Dios y querer agradarlo, pero esto no debe avergonzarnos ni intimidarnos, sino que debemos sentirnos bienaventurados, porque Su nombre es glorificado en nuestras vidas por hacer lo bueno.
Dios nos exhorta en Su Palabra a que no seamos como los que viven agradando a la carne, y nos pide que no los sigamos en su desenfreno. El quiere que seamos buenos, que nos amemos, que nos ministremos unos a otros, que nos hablemos con su Palabra y lo glorifiquemos con nuestros actos.
Si alguna vez te sientes tentado a dejar de hacer lo correcto, te sientes atraído por la corriente del mundo, se te haga más fácil no hacer oposición, recuerda que Dios bendice, así lo dice el Salmo 1 (BLS), pero a los que hacen lo bueno, sí, dice su Palabra: Dios bendice a quienes no siguen malos consejos, ni andan en malas compañías, ni se juntan con los que se burlan de Dios. Dios bendice a quienes aman Su Palabra y alegres, la estudian día y noche. Dice que son como árboles sembrados junto a los arroyos: llegado el momento, dan mucho fruto y no se marchitan sus hojas. ¡Todo lo que hacen les sale bien! Con los malvados no pasa lo mismo; ¡son como el polvo que se lleva el viento! Cuando sean juzgados, nada los salvará; ¡esos pecadores no tendrán parte en la reunión de los buenos! En verdad, Dios cuida a los buenos, pero los malvados se encaminan al fracaso.
Créelo, es mejor padecer y ser vituperado haciendo el bien, ser mal juzgados por los hombres, vivir con escasez temporal aquí en la tierra que hacer lo malo; vivir aparentemente bien aquí y sufrir las consecuencias por una eternidad sin Dios. Así que como dice Su Palabra, hagamos el bien.
Nuestro mundo cada vez se descompone más; los estragos que sufre son consecuencia directa de la conducta de los hombres, aunque nos cueste aceptarlo y algunos se pongan a juzgar a Dios atribuyéndole las desgracias del ser humano. Dios es bueno y El bendice a los que le aman.
Nosotros simplemente estamos cosechando (Gálatas 6:7), lo que nuestros antecesores hicieron; pero si su generación, no se portó tan mal, ¿qué pasará con los que vienen?, ¿qué estamos sembrando ahora para ellos?
La moral se ha modificado tanto en nuestros días, que no tiene nada que ver con los preceptos de Dios, a quien al parecer se está dejando de tomar en cuenta para hacer las leyes y vivir la vida. Al hombre se le está olvidado considerar a Dios y que un día seremos juzgados, no en este mundo permisivo, sino ante el gran Trono Blanco, por el Santo (Apocalipsis 20:12).
Como el sol sale para justos e injustos (Mateo 5:45), y parece no haber diferencia entre hacer lo bueno y lo malo, y hasta como dijera Job en su aflicción (cap. 21), que a los malos les va mejor que a los buenos, ya no se esfuerzan por hacer el bien. Pero debemos recordar que eso no siempre será así, porque el tiempo de Dios está por cumplirse, y su juicio comenzará con los justos, quienes con dificultad se salvarán, pero se imaginan ¿qué les espera a los impíos y pecadores?
La gente cuestiona a los buenos, y los critica por pensar en Dios y querer agradarlo, pero esto no debe avergonzarnos ni intimidarnos, sino que debemos sentirnos bienaventurados, porque Su nombre es glorificado en nuestras vidas por hacer lo bueno.
Dios nos exhorta en Su Palabra a que no seamos como los que viven agradando a la carne, y nos pide que no los sigamos en su desenfreno. El quiere que seamos buenos, que nos amemos, que nos ministremos unos a otros, que nos hablemos con su Palabra y lo glorifiquemos con nuestros actos.
Si alguna vez te sientes tentado a dejar de hacer lo correcto, te sientes atraído por la corriente del mundo, se te haga más fácil no hacer oposición, recuerda que Dios bendice, así lo dice el Salmo 1 (BLS), pero a los que hacen lo bueno, sí, dice su Palabra: Dios bendice a quienes no siguen malos consejos, ni andan en malas compañías, ni se juntan con los que se burlan de Dios. Dios bendice a quienes aman Su Palabra y alegres, la estudian día y noche. Dice que son como árboles sembrados junto a los arroyos: llegado el momento, dan mucho fruto y no se marchitan sus hojas. ¡Todo lo que hacen les sale bien! Con los malvados no pasa lo mismo; ¡son como el polvo que se lleva el viento! Cuando sean juzgados, nada los salvará; ¡esos pecadores no tendrán parte en la reunión de los buenos! En verdad, Dios cuida a los buenos, pero los malvados se encaminan al fracaso.
Créelo, es mejor padecer y ser vituperado haciendo el bien, ser mal juzgados por los hombres, vivir con escasez temporal aquí en la tierra que hacer lo malo; vivir aparentemente bien aquí y sufrir las consecuencias por una eternidad sin Dios. Así que como dice Su Palabra, hagamos el bien.
Marisa Valle
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