Senda joven: LAS MARCAS
>> viernes, 12 de marzo de 2010
Dicen por ahí, cuando se habla del tema de la nutrición o del control de peso, que somos lo que comemos, pero también, en el terreno del vestir, somos lo que vestimos, tu ropa habla de ti, mucho más de lo que supones. ¿Eres de los que piensan que llevar una marca habla bien de ti? ¿Piensas que te eleva, que te hace ver de "mejor calidad"? Las marcas, hoy en día parecen ser la carta de presentación de algunas personas, incluso vienen por fuera de la ropa para que se puedan ver, siendo que antes, siempre venían por dentro de las prendas.
¿Cómo te hace sentir llevar una marca de nombre?... ¿te hace sentir mejor persona?... ¿te hace sentir importante? A muchas personas, llevar una marca de renombre les da seguridad, alimenta su ego, piensan que serán mejor aceptados dentro de la sociedad. Pero para nosotros, como cristianos, las marcas no son lo que habla de nosotros, ni lo que nos hace mejores. Es Jesús, el revestirnos de su gracia, lo que nos hace mejores. Si llevas prendas con la marca de fuera para que la gente la vea, es que tienes a Jesús muy escondido y no dejas que se vea en tu conducta, en tu manera de ser y de vestir. Así como para el mundo es un orgullo llevar una buena marca, que es algo fatuo y pasajero, para nosotros llevar la marca de Cristo eso sí es un orgullo, porque es eterna y no envejece jamás ni se deteriora.
¿Te sientes orgulloso(a) de llevar una prenda de marca? Generalmente, las marcas de ropa, de perfumes, de zapatos, etc. son los nombres de los diseñadores: Versace, Prada, Yves Saint Laurent, Carolina Herrera, Paco Rabanne, Manolo Blahnik, Jimmy Choo, etc. Así es que cuando te vistes mostrando la marca de tu ropa, estás mostrando el nombre de una persona que ni conoces, que no sabes qué vida lleva, cuáles son sus costumbres y su moral... y lamentablemente, es muy común que este tipo de personas lleve una vida con una moral que deja mucho que desear. Específicamente, los modistos, en su mayoría son homosexuales, así que llevar el nombre de alguien que practica cosas que Dios abomina, exhibiéndolas sobre tu cuerpo, ¿podrá ser motivo de orgullo? ¡Usa una playera con el nombre de Jesús impreso en ella, si es que quieres lucir un nombre que de veras sea para enorgullecerse! Pero siempre y cuando tu conducta refleje que eres seguidor suyo de verdad.
Portar ropa de marca no te hace mejor persona. Si lo haces por despertar las envidias de otros, esto no es una actitud digna de un hijo de Dios. Tampoco necesitas sentir seguridad por la ropa que llevas, tu seguridad te la da tu fe en Dios. Tampoco es bueno derrochar tu dinero o el dinero que te dan tus papás, en una prenda de vestir, siendo que puedes encontrar otra igual, con la misma calidad, pero mucho más económica. Recuerda que todo lo que tenemos, proviene de Dios, El es el que nos da trabajo para poder subsistir, ¿le agradará que gastemos una cantidad exorbitante en marcas, mientras hay tanta gente necesitada que no tiene qué ponerse?
Nuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, dice la Palabra de Dios, lo debemos de cuidar y vestir dignamente. Especialmente las jovencitas, deben vestirse con gracia, pero con decencia. Vístanse cada día como si tuvieran una cita con Jesús, ¿cómo se presentarían? ¿Minifalda y escote amplio? Seguro que no, así es que vístanse a diario de la manera en que lo harían si fueran a ver a Jesús, porque diario tienen una cita con El y El las ve aunque ustedes no lo vean.
Puedes vestirte como quieras, tienes libre albedrío para eso y para todo lo demás, pues Dios puso en ti esa libertad, pero no te olvides de 1 Corintios 10:23, que dice: "Todo me es lícito, más no todo me conviene". Busca agradar a Dios en tus actos y también en tu vestido, en tu peinado, en tu interior como en tu exterior. No sigas la corriente del mundo, que solo se basa en las apariencias y la vanidad.
Con respecto a la vida que antes llevaban, se les enseñó que debían quitarse el ropaje de la vieja naturaleza, la cual está corrompida por los deseos engañosos; ser renovados en la actitud de su mente; y ponerse el ropaje de la nueva naturaleza, creada a imagen de Dios, en verdadera justicia y santidad. Efesios 4:22-24
0 comentarios:
Publicar un comentario