LA PALABRA DE DIOS

>> lunes, 26 de julio de 2010


¡Oh Palabra de Dios fiel y eterna que revela al Creador que nos ama! ¡Oh bendita Escritura Sagrada que al mortal da esperanza en la tierra! Es deseable más que oro afinado, y más dulce que miel del panal. Es tesoro invaluable y sin par y el legado de Dios más preciado. Por sus páginas es que aprendemos el origen de todo lo creado, qué le espera a este mundo arruinado, que hay infierno y que también hay cielo. Nos revela los planes divinos y el destino final de los hombres: Maldición para los pecadores y la gloria para el redimido.

Personaje central de la Biblia es Jesús, el Salvador Mesías, y el mensaje central que predica es que Dios da salvación por gracia. Sus doctrinas son santas y buenas, y son justos todos sus preceptos, sus mandatos son puros y rectos, y su ley es perfecta y eterna. Sus historias son todas veraces, sus poesías y salmos bendicen, sus proverbios aún son infalibles, sus promesas fieles e inmutables. Dirección quiere darle al perdido y saciar a las almas sedientas; da el maná espiritual que alimenta, al que busca en este Santo Libro.

Debe ser nuestro ideal en la tierra, nuestra mente debe atesorarla; es la regla que gobierna el alma y establece el reto, ejemplo y meta. Con su luz nos alumbra el camino y convierte y perfecciona el alma. Galardones le da al que la guarda, fortalece y consuela al sufrido. Es el Ayo que nos lleva a Cristo, es la vara que al hijo corrige, redarguye, transforma y bendice. Es profeta que cumple lo escrito. Es el mapa que guía al viajero y es cayado para el peregrino; brújula es que señala el destino, y es la guía que conduce al cielo. El que lee sus palabras es sabio; el que cree su mensaje es salvo; su consejo, obedecen los santos que por Dios, buscan ser aprobados. Es la espada de todo cristiano y el escudo que Dios da al soldado. Le asegura victoria al guardarlo sano y salvo en la lid contra el diablo.

Nos es dada en vida y será abierta en el juicio y juzgará a las gentes: Le dará la corona a los fieles y a los malos, tormento y tinieblas. ¡Gloria a Dios por su Santa Palabra que en mil lenguas proclama que viene a la tierra a reinar con los fieles, el Cordero que nos guarda y salva!

Dr. Ernesto Contreras

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