EL EUFRATES SE ESTA SECANDO

El sexto ángel derramó su copa sobre el gran río Éufrates, y se secaron sus aguas para abrir paso a los reyes del oriente. Apocalipsis 16:12 (N.V.I.)
El río Eufrates nace en Armenia, fluye por las montañas de Anatolia hacia Siria e Iraq, confluye con el Tigris y desemboca en el Golfo Pérsico. Tiene una longitud de 2780 Km. Tras la falta de lluvias desde hace dos años y por el mal uso por parte de campesinos de Irak, el río Eufrates se está secando. Los que conocemos la Palabra de Dios, sabemos lo que esto significa. Cada día vemos muchas señales y ésta es una más que nos revelan que el Señor está preparándolo todo para su segunda venida. El libro de Apocalipsis señala que el desecamiento de este río sería una señal del fin de los tiempos. El Eufrates se encuentra más pequeño que lo que era hace unos pocos años atrás. Hay preocupación de que pronto se reduzca a la mitad de lo que es actualmente. A lo largo de las riberas del río, los pobladores más pobres están sufriendo las consecuencias de la sequía. Los pescadores se empobrecen, los sembradíos sucumben y muchos de los lugareños se van hacia las ciudades en busca de trabajo. Aunque también han sido afectados hacendados y gente rica.
La sequía no es algo extraño en Irak, pero se ha vuelto más frecuente en los últimos años. Pero la sequía no es la única causa del desecamiento del Eufrates. Hay alrededor de seis represas sobre el Eufrates, en Turquía y Siria, pero no existe ningún acuerdo, por lo que el gobierno de Irak tiene que solicitar permiso a sus vecinos para el paso del agua. Turquía duplicó el flujo de aguas hacia el Eufrates, para salvar la temporada de algodón en ciertas áreas, pero aunque Turquía prometió mantener y hasta aumentar ese flujo, no hay ninguna garantía ni compromiso de parte de ese país, que lo obligue a cumplir esa promesa. Cuando Dios prepara el terreno para que se cumpla una profecía bíblica, no hay nada ni nadie que pueda impedirlo. El Eufrates terminará secándose completamente, como dice en Apocalipsis. Igualmente vemos que todo se está dando para que se cumplan otras profecías, mientras el mundo sigue ignorándolo y sigue en su loca carrera de entrega al pecado. En nuestras manos está advertirles acerca de las cosas que están pasando. Hay mucha confusión, mucho temor, pero el hombre sigue confiando en el hombre, en la ciencia humana, pero solo el Dios que creó el universo tiene las respuestas correctas.

"Cuando estén diciendo: Paz y seguridad, vendrá de improviso sobre ellos la destrucción, como le llegan a la mujer encinta los dolores de parto. De ninguna manera podrán escapar".
1 Tesalonicenses 5:3