LA TABLA OUIJA

La tabla ouija es un "juego" que existe desde el siglo XVIII. Se le describió como un instrumento para abrir la comunicación con el mundo espiritual. Las tablas ouijas modernas no se parecen en nada a las primeras inventadas entonces. La ouija actual consiste en una tabla rectangular, sobre la cual hay un alfabeto, las palabras sí y no, hola y adiós y números del 0 al 9. El juego también incluye una placa en forma de corazón, que se "moverá bajo la fuerza del ser espiritual invocado". Muchas personas aseguran haber tenido contacto con los muertos a través de la ouija. Otras, la consideran solo un juego inofensivo. Pero ni lo uno ni lo otro es verdad: no es un juego inofensivo y no es posible entrar en contacto con los muertos. ¿Entonces cómo es que muchas personas afirman que el indicador se mueve? Ellas piensan que el espíritu de un ser querido hace que se mueva, pero en realidad son el mismo diablo y sus demonios los autores de este engaño. Dice la Palabra de Dios que los muertos no pueden volver a la tierra: "...los muertos no saben nada ni esperan nada, pues su memoria cae en el olvido. Sus amores, odios y pasiones llegan a su fin, y nunca más vuelven a tener parte en nada de lo que se hace en esta vida" (Eclesiastés 9:5-6 NVI). Los muertos ni siquiera se enteran si alguien los invoca desde este mundo, no pueden participar en nada de lo que suceda en el mundo de los vivos.
La tabla ouija es un instrumento de Satanás para acceder a una persona, para hacerla creer en el ocultismo, lo cual desagrada a Dios. El siempre va a guiar al ser humano a hacer cosas que desagraden a Dios y se vale de la curiosidad y los sentimientos humanos. Quizá hasta aparezcan sugerencias buenas en la tabla ouija, pero así es él, sabe disfrazar muy bien sus intenciones, es astuto y experto en el engaño "Y no es de extrañar, ya que Satanás mismo se disfraza de ángel de luz. Por eso no es de sorprenderse que sus servidores se disfracen de servidores de la justicia. Su fin corresponderá con lo que merecen sus acciones" (2 Corintios 11:14-15 NVI) Quienes se dejan influenciar por la ouija, no saben por quién están siendo influenciados. Quien juega una vez, se hace adicto a esta práctica, sigue deseando ser dirigido por los espíritus, sin saber que está siendo dirigido por Satanás, quien terminará por destruirlo. "Practiquen el dominio propio y manténganse alerta. Su enemigo el diablo ronda como león rugiente, buscandoa quién devorar" dice 1 Pedro 5:8.
Dios condena toda práctica ocultista, espiritismo, brujería, magia, adivinación. El mundo ignora el peligro que representa pisar los terrenos del ocultismo, porque no conoce la Palabra de Dios. Por eso la popularidad de la festividad del Halloween, que se celebra el último día de Octubre y todas las películas sobre brujería y magia, tan en auge en estos días, donde las principales víctimas son los niños. Practicar cualquier cosa que tenga que ver con el ocultismo es un pecado grave contra Dios. Quienes consultan con los muertos, están insultando a Dios, porque El quiere que acudamos a El en busca de respuestas, quiere que confiemos en El. El tiene el control de todo, es omnipresente y omnisciente, lo sabe todo y está en todo. ¿Por qué buscar consejo en charlatanes, médiums o cualquier otro instrumento de Satanás? Dice Isaías 8:19-20 "Si alguien les dice: «Consulten a las pitonisas y a los agoreros que susurran y musitan; ¿acaso no es deber de un pueblo consultar a sus dioses y a los muertos, en favor de los vivos?», yo les digo: «¡Aténganse a la ley y al testimonio!» Para quienes no se atengan a esto, no habrá un amanecer".
Buscar respuestas en fuentes erróneas no solo resultará infructuoso, sino que también significa un gran peligro.

"Nadie entre los tuyos deberá sacrificar a su hijo o hija en el fuego; ni practicar adivinación, brujería o hechicería; ni hacer conjuros, servir de médium espiritista o consultar a los muertos. Cualquiera que practique estas costumbres se hará abominable al Señor, y por causa de ellas el Señor tu Dios expulsará de tu presencia a esas naciones". Deuteronomio 18:10-12

Angélica García Sch.