Página de los niños MEJOR ARPA QUE ESPADA
>> miércoles, 10 de noviembre de 2010
Samuel 16:14-23
David antes de ser rey, pastoreaba las ovejas de su padre. Mientras las conducía a los pastos o las aguas, él tocaba su arpa alabando a Dios.
El rey de Israel era Saúl, pero era un hombre orgulloso y desobediente, así que Dios decidió darle su trono a David y no a sus hijos cuando él muriera. Saúl estaba enojado y nervioso, siempre cargaba un arma, pues pensaba que alguien lo dañaría para destronarlo. Alguien que vio que el rey estaba triste y afligido espiritualmente, le habló de David, el pequeño cantor de Dios y Saúl mandó llamarlo pidiéndole que tocara el arpa para él. Mientras David tocaba su arpa, el rey tenía alivio y estaba mejor.
David se casó con la hija del rey porque venció a Goliat, el filisteo y con ello ese pueblo dejó de asustar a Israel. David fue amigo del hijo del rey, e hizo un pacto de amistad con él. David fue soldado del rey, y logró tantos triunfos que la gente le compuso una porra: “Saúl mató a sus miles, y David a sus diez miles”. Lo que provocó muchos celos en el rey y lo convirtió en su enemigo. Saúl alzó su mano contra David dos veces, pero fue por fe que David no tuvo miedo y evadió el ataque del rey.
David tuvo muchas virtudes por las que fue conocido: valiente, vigoroso, hombre de guerra, prudente en sus palabras, poeta, músico, hermoso, adorador de Dios. En los Salmos que escribió podemos ver como reinaba la presencia de Dios en su vida.
David y Saúl vivieron en el palacio. Uno tenía una espada en su mano, pero el otro, un arpa. David tuvo también espadas y otras armas, pero nunca cambió su arpa por ellas, a pesar de tener muchos enemigos y pasar por muchos peligros, porque él le decía a Dios: "Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo (Salmo 23:4).
La razón por la que David tenía tantos talentos, era ni más ni menos, que porque Dios estaba con él y nunca dejo de cantarle. El compuso muchos salmos de la Biblia, que eran poemas cantados, para expresarle su amor y confianza. Y cuando se equivocó, porque lo hizo como todos nosotros, El reconoció su falta y pidió perdón. Dios dijo de él, que era un hombre conforme a Su corazón, que era obediente y haría lo que Dios necesitaba que hiciera.
Nosotros necesitamos dejar de pelear como el rey Saúl, porque no llegaremos a ningún lado bueno, dejar de enojarnos y buscar pleitos, mejor usemos como David una arpa, que puede ser nuestra boca, manos y talentos para alabar a Dios, que es el único que puede bendecir nuestras vidas, solucionar nuestros problemas y suplir nuestras necesidades.
ACTIVIDAD
En esta Navidad, sé un adorador de Dios y contagia a otros de tu amor por El. Regala tarjetas o separadores (como las muestras que te damos) con textos bíblicos o bien inventa tus propias frases de bendición
David antes de ser rey, pastoreaba las ovejas de su padre. Mientras las conducía a los pastos o las aguas, él tocaba su arpa alabando a Dios.
El rey de Israel era Saúl, pero era un hombre orgulloso y desobediente, así que Dios decidió darle su trono a David y no a sus hijos cuando él muriera. Saúl estaba enojado y nervioso, siempre cargaba un arma, pues pensaba que alguien lo dañaría para destronarlo. Alguien que vio que el rey estaba triste y afligido espiritualmente, le habló de David, el pequeño cantor de Dios y Saúl mandó llamarlo pidiéndole que tocara el arpa para él. Mientras David tocaba su arpa, el rey tenía alivio y estaba mejor.
David se casó con la hija del rey porque venció a Goliat, el filisteo y con ello ese pueblo dejó de asustar a Israel. David fue amigo del hijo del rey, e hizo un pacto de amistad con él. David fue soldado del rey, y logró tantos triunfos que la gente le compuso una porra: “Saúl mató a sus miles, y David a sus diez miles”. Lo que provocó muchos celos en el rey y lo convirtió en su enemigo. Saúl alzó su mano contra David dos veces, pero fue por fe que David no tuvo miedo y evadió el ataque del rey.
David tuvo muchas virtudes por las que fue conocido: valiente, vigoroso, hombre de guerra, prudente en sus palabras, poeta, músico, hermoso, adorador de Dios. En los Salmos que escribió podemos ver como reinaba la presencia de Dios en su vida.
David y Saúl vivieron en el palacio. Uno tenía una espada en su mano, pero el otro, un arpa. David tuvo también espadas y otras armas, pero nunca cambió su arpa por ellas, a pesar de tener muchos enemigos y pasar por muchos peligros, porque él le decía a Dios: "Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo (Salmo 23:4).
La razón por la que David tenía tantos talentos, era ni más ni menos, que porque Dios estaba con él y nunca dejo de cantarle. El compuso muchos salmos de la Biblia, que eran poemas cantados, para expresarle su amor y confianza. Y cuando se equivocó, porque lo hizo como todos nosotros, El reconoció su falta y pidió perdón. Dios dijo de él, que era un hombre conforme a Su corazón, que era obediente y haría lo que Dios necesitaba que hiciera.
Nosotros necesitamos dejar de pelear como el rey Saúl, porque no llegaremos a ningún lado bueno, dejar de enojarnos y buscar pleitos, mejor usemos como David una arpa, que puede ser nuestra boca, manos y talentos para alabar a Dios, que es el único que puede bendecir nuestras vidas, solucionar nuestros problemas y suplir nuestras necesidades.
ACTIVIDAD
En esta Navidad, sé un adorador de Dios y contagia a otros de tu amor por El. Regala tarjetas o separadores (como las muestras que te damos) con textos bíblicos o bien inventa tus propias frases de bendición
Marisa Valle
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